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Historia

PICHARD-BALME

Nuestros talleres

Las empresas de Saumur Balme (1833) y Pichard (1844) se fusionaron en 1999 para crear Pichard-Balme. Vinculadas al Grupo Chevalier desde 2017, este último cuenta ahora con 7 marcas: Adamence, Arthus Bertrand, Augis, Drago Paris, Pichard-Balme, Pièces Souvenir y Sanctis.
Diseñadores, ingenieros, medallistas, joyeros y orfebres comparten estrechamente sus conocimientos y experiencia, y se comprometen cada día a superar retos cada vez más creativos y técnicos en el seno de talleres de alto rendimiento.
Pichard-Balme fabrica piezas excepcionales para el Grupo Chevalier, así como para las marcas de lujo más prestigiosas.

Siglo XV

Saumur, una ciudad repleta de historia

En sus orígenes, Balme y Pichard eran empresas especializadas en la fabricación de medallas y objetos religiosos. Situada en la región de Maine y Loira, la ciudad de Saumur, y más concretamente la Chapelle des Ardilliers, es un importante lugar de peregrinación desde el siglo XVI.

Cuenta la leyenda que, en 1454, un campesino descubrió una estatua milagrosa de la Virgen de la Merced mientras labraba su campo. Este descubrimiento dio lugar a una peregrinación, al principio de alcance muy local, que se desarrolló a partir del siglo XVI hasta convertirse en una de las principales peregrinaciones marianas de la Francia clásica, gracias sobre todo al interés que mostraron por Notre-Dame des Ardilliers las reinas Catalina de Médicis y Luisa de Lorena.
A finales del siglo XVI, la curación de una joven supuso el inicio de una serie de milagros registrados en la ciudad. Las autoridades eclesiásticas querían convertir a Notre-Dame des Ardilliers en la punta de lanza de la reconquista católica en una ciudad bajo dominio protestante desde 1588.

La importancia de la peregrinación generó una actividad artesanal y comercial específica en torno a la fabricación de objetos piadosos y rosarios.

Finales del siglo XX

Fusión y diversificación de los conocimientos técnicos

Esta actividad fue floreciente hasta finales del siglo XX.

Desde principios de la década de 2000, la empresa Pichard-Balme se ha orientado hacia nuevos mercados con ayuda de las nuevas tecnologías para diversificarse en la creación de joyas, medallas y diversos objetos excepcionales.

Desde 2016, la empresa acoge a sus empleados altamente cualificados en su nuevo taller, más moderno. Las nuevas tecnologías se han integrado y comparten espacio con los oficios tradicionales.
Nuestros equipos colaboran estrechamente en este espacio hecho a medida.

El Grupo Chevalier

Mantener viva la tradición

El Grupo Chevalier es sensible a la preservación y el desarrollo del saber hacer francés.
Algunas técnicas tradicionales de fabricación, a menudo desconocidas, tienden a desaparecer progresivamente. El grupo desea revalorizar la artesanía francesa y dotarla de una nueva dinámica.

Para ello, Pichard-Balme concede especial importancia a la transmisión de sus valores y técnicas de fabricación a las generaciones futuras. La empresa también está comprometida con la integración adecuada de sus artesanos.