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Esmalte al fuego

De la familia del vidrio

Piezas coloreadas con pigmentos de alta calidad

El esmalte pertenece a la familia del vidrio, como el cristal, cuya composición es similar. Es en una fábrica de cristales donde se crean los distintos tonos de color mediante la fusión de un esmalte incoloro con óxidos metálicos calcinados: por ejemplo, el cobalto dará tonos azules y el cobre verdes o rojos.
La técnica del esmalte al fuego es un saber hacer histórico que consiste en depositar una mezcla de polvo de esmalte y agua sobre una pieza de oro, plata o cobre, y luego cocerla en un horno. De este modo, el esmalte se funde y se adhiere al metal, y después se solidifica al enfriarse.

El esmaltador, cuya función es sublimar el objeto, se sirve de esta técnica para crear piezas coloreadas con una pigmentación de gran calidad. En el marco de nuestra política de Salud, Seguridad y Medio Ambiente, nuestros materiales —materiales cerámicos y esmaltes— no contienen plomo.
Así, este proceso de personalización único permite crear decoraciones inalterables y refinadas en objetos excepcionales. El oficio de esmaltador al fuego requiere muchas cualidades, como paciencia, destreza y perseverancia. De hecho, el esmalte es un material exigente que a veces necesita ser trabajado varias veces antes de conseguir el resultado deseado.

Vídeo

El esmalte al fuego en imágenes

Aplicación

Revelar el color

Para resaltar el color del esmalte, hay que seguir un proceso de aplicación preciso. El primer paso consiste en machacar los trozos de esmalte con un mortero y luego mezclarlos con agua desmineralizada. A continuación, la pieza que se va a decorar debe limpiarse meticulosamente y colocarse sobre su soporte. El esmalte se aplica primero bajo el microscopio utilizando un pincel. Este es el comienzo de una etapa iterativa entre el esmaltado y la cocción. El esmaltador vuelve a colorear la pieza de dos a cinco veces entre cada cocción a 800 °C antes de obtener un color vivo y profundo. Por lo tanto, es al final del proceso de cocción cuando se descubre la belleza de los colores aplicados de manera definitiva a la pieza.

Último paso

Efecto de espejo

El último paso es el bruñido: el esmaltador calienta la pieza una última vez para darle un efecto de espejo. A continuación se pule, lo que garantiza el brillo y la belleza del objeto.
El esmalte es un material polifacético que permite diversas creaciones de color. Por tanto, el interés de dominar el esmalte al fuego es dar vida a piezas de prestigio. Se utiliza a menudo en joyería fina y alta relojería.

Técnicas de esmaltado

Entre alquimia y magia

Una vez esmaltada la pieza, los pequeños granos de esmalte y los bordes metálicos se raspan en agua con piedras abrasivas o herramientas diamantadas.
Además de la amplia gama de colores, las técnicas de esmaltado enriquecen aún más el abanico de diseños posibles.
Estas son las más comunes:

«Champlevé»

Consiste en crear, mecánicamente o con ácido, cavidades destinadas a recibir el esmalte depositado con un pincel.

Esmalte alveolado

El esmaltador crea zonas cerradas con alambre muy fino de oro, plata o cobre —alvéolos— y luego las rellena con esmalte.

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Esmalte en relieve o incrustado

Realza el volumen (perla, jarrón, objeto...).

«Plique-à-jour»

Se asemeja a una vidriera en miniatura, cuyas partes caladas están esmaltadas con esmaltes translúcidos para que pase la luz.

Esmalte pintado

Combina tres técnicas pictóricas: esmalte finamente molido y agua, óxidos y medio oleoso, con capas de esmalte «Blanco Limoges».